El uso de las nuevas tecnologías, principalmente las relacionadas con la información y la comunicación (TIC), como Internet, los teléfonos móviles, tabletas, televisión, videojuegos, etc., están cambiando nuestra manera de vivir y de relacionarnos. Hoy nos cuesta imaginarnos cómo sería pasar un día sin ellas para darnos cuenta de la importancia que estas tecnologías tienen en todos los ámbitos de nuestra sociedad.
Según datos del INE de octubre de 2014 sobre equipamiento y uso de las TIC, el 99,2% de los hogares españoles tiene televisión, El 74,8% un ordenador, 96,4% teléfono móvil y el 74,4% acceso a Internet.
Y es que las TIC ofrecen un sinfín de posibilidades en diversos campos como la salud, la formación, el trabajo o, simplemente la comunicación con nuestra familia y los amigos. También sirven de instrumento para lograr un adecuado desarrollo económico que evite situaciones de exclusión social.
TIC para la inclusión social supone el aprovechamiento de la tecnología para la creación de recursos y herramientas que sean beneficiosas para la sociedad.
Hoy en día, existen cientos de startups que aplican las nuevas tecnologías a aspectos sociales como la educación ciudadana, el consumo responsable o la atención ciudadana. Personas con discapacidad, pacientes crónicos, los colectivos que viven en zonas aisladas o con bajos ingresos pueden mejorar su calidad de vida gracias a aplicaciones móviles.
Proyectos de inclusión social
Un ejemplo de inclusión social lo podemos encontrar en la iniciativa que ha impulsado la Asociación Semilla para la Integración Social, una entidad social sin ánimo de lucro formada por un conjunto de personas comprometidas con la transformación social, que trabajan para despertar capacidades y generar posibilidades a personas desfavorecidas, a través de la integración social y educativa y la inserción laboral sólida.
En el proyecto, denominado “Sin Caducidad” –y en el que ha colaborado Quiero salvar el mundo haciendo marketing-, un grupo de jóvenes ha desarrollado una solución que ayuda a disminuir el desperdicio alimentario gracias a tecnologías como arduino, impresión 3D y vídeo mapping. ¿Cómo? Recordándonos los productos frescos que están a punto de caducar.
Otro proyecto de inclusión social, que además ha sido ganador del certamen HackForGood 2015, celebrado este fin de semana en Canarias, ha sido “Trampolín”, una solución que ayuda a mejorar la empleabilidad de personas con riesgo de exclusión social a través del emprendimiento. La iniciativa ha sido desarrollada por la empresa Trampolín Solidario, una empresa que trabaja para facilitar la inserción sociolaboral de las personas a través de la agricultura ecológica.