Vivimos en una sociedad caracterizada por la creciente capacidad de obtención de información “anywhere/anytime” y el uso de la misma de manera inteligente. Hoy en día es posible en algunas ciudades comunicar una incidencia al ayuntamiento a través del teléfono móvil, participar en una votación popular a través de Internet o proponer mejoras a la administración sin tener que salir de casa.
Toda esta actividad forma parte de un proceso llamado co-creating. Originalmente se concibió como una estrategia de negocios para identificar nuevas formas de compromiso con el cliente. Hoy, son las administraciones públicas las que buscan beneficiarse de este proceso de compartir, combinar y maximizar oportunidades, en un momento en que se exige a las ciudades hacer más con unos recursos cada vez más limitados.
Con el objetivo de fortalecer las relaciones entre Sustainable Brands y la ciudad que acoge sus conferencias, nace Co-creating Cities, una iniciativa pionera en el mundo que pretende dar respuestas a los retos de movilidad sostenible de las ciudades, de la mano de los expertos que participan en el evento.
En esta ocasión, la ciudad que se beneficiará de la propuesta es Barcelona y se trabajará en dos problemáticas de la ciudad en torno a opciones de movilidad sostenible. Para ello se involucrará a todos los participantes de Sustainable Brands Barcelona, que se dividirán en grupos y trabajarán en diferentes talleres dinamizados mediante técnicas de innovación y design thinking, junto con la participación de inspiradores expertos.
Barcelona, referente en movilidad sostenibilidad
La Ciudad Condal consolida su liderazgo en la implementación de movilidad sostenible. Así lo pone de manifiesto las últimas iniciativas en este ámbito, que se enmarcan también en la estrategia smart city de la ciudad.
Por un lado, Barcelona ha sido la primera ciudad europea en poner en marcha el proyecto ZeEUS (Zero Emission Urban Bus System), un plan de la Unión Europea para promover los autobuses eléctricos urbanos. En cuanto a los taxis, un 16% de los 10.500 taxis que circulan por la capital catalana son híbridos y se irán incorporando los primeros totalmente eléctricos fabricados en Barcelona a la planta de Nissan, así como un modelo de la china BYD que ya tiene homologados los primeros vehículos.
Por otra parte, fue en esta misma urbe donde se presentó el primer coche cien por cien eléctrico para autoescuelas, dentro de un proyecto de promoción de este tipo de vehículos que lideran Renault, el RACC, el Ayuntamiento de Barcelona y la DGT. Esta iniciativa tiene como objetivos fomentar el conocimiento teórico y práctico de la electromovilidad y contribuir a la reducción de emisiones de gases contaminantes en la ciudad.
Por su parte, Mercabarna también se ha sumado a la apuesta por el vehículo eléctrico, y durante una jornada sobre movilidad sostenible, promovió el uso de furgonetas de este tipo entre los operadores y clientes.
Todas estas propuestas han propiciado que Barcelona esté posicionada como una de las diez ciudades más importantes del mundo en términos de facilidad en el desarrollo de iniciativas de movilidad. La capital catalana ocupa la séptima posición en el Top 10 de ciudades mundiales donde es más favorable desarrollar proyectos de movilidad eléctrica y donde esta tecnología se está introduciendo de forma más sólida, según el último informe actualizado de la Agencia Internacional de la Energía (EV City Casebook).
Barcelona cuenta en su red con 262 puntos de carga de uso público, tanto para coches como para motos. Se puede acceder con la tarjeta del vehículo eléctrico, una acreditación gratuita que permite cargar el vehículo sin coste y aparcar también gratis tanto en las áreas verdes como en las azules.
Una de las actuaciones más ambiciosas anunciadas recientemente por el propio Ayuntamiento y por el Área Metropolitana de Barcelona es la instalación de 20 puntos de carga rápida para todo el territorio metropolitano.