Jordi Rovira es el creador del grupo familiar de carpinteros y restauradores que han creado su propia marca de muebles: Miülas Mobles. Entienden el oficio de la carpintería como un proceso de creación artística en el que los muebles son piezas únicas. Utilizan técnicas tradicionales y, además de muebles nuevos, hechos a mano, a medida y personalizados, también restauran todo tipo de muebles, transformándolos para darles una nueva vida.
¿Cómo nació la marca de muebles Miülas, y cuántos profesionales forman parte de ella?
Llevo más de diez años dedicándome a la carpintería, desde que acabé bachillerato. Me apasionaba este oficio y lo dejé todo para dedicarme a él. Una vez que aprendí suficientemente el oficio, decidí montar mi propia carpintería. Al principio me dedicaba principalmente a trabajos dirigidos a la construcción, pero me di cuenta de que lo que me gustaba de verdad era hacer muebles, un tipo de muebles a través de los que pudiera expresar mi lado más artístico. Y me decidí a llevar adelante este proyecto. En total, somos cuatro los profesionales que formamos parte de Miülas Mobles. Y todos somos familia.
¿Cómo distribuis las tareas?
Yo me dedico a la parte de la carpintería, desde el diseño hasta la fabricación del mueble. Tengo a mi padre, que me ayuda. Mi pareja se dedica a la parte administrativa y de marketing, y la madre de mi pareja se encarga de las restauraciones.
En general, ¿hacéis más muebles nuevos o restaurados?
Hacemos de todo. Y, puesto que todo lo hacemos a medida, vamos haciendo los muebles según los encargos de los clientes. Cuando hacemos muebles aparte de los encargos, para tener stock, nos gusta probar cosas nuevas y mezclamos maderas antiguas con maderas nuevas. Además, muy a menudo nos dedicamos a restaurar o transformar muebles que encontramos abandonados en la calle o que nos regala alguien porque no sabe qué hacer con ellos.
¿Cómo introducís la sostenibilidad a la hora de crear un mueble nuevo?
El simple hecho de hacer muebles a medida, con métodos tradicionales, ya es más sostenible que los métodos que utilizan las grandes marcas. Además, siempre intentamos recuperar maderas que la gente tira.
¿Qué maderas usáis para construir muebles nuevos? ¿Hay algunas más sostenibles que otras?
Normalmente, utilizamos madera de pino del país, de un tipo de pino que ya está destinado específicamente a convertirse en madera. Por lo tanto, no se ha deforestado ningún bosque para conseguir la madera que utilizamos nosotros.
¿Cualquier mueble puede restaurarse?
Sí. Cualquier mueble puede restaurarse y, además, no tiene por qué ser difícil. Desde aquí animo a los lectores a que se atrevan a cambiar la cara de los muebles que tienen en casa y que no terminan de gustarles. A veces, solamente con unas capas de pintura y cambiando los tiradores, por ejemplo, damos a un mueble un aire totalmente diferente del que tenía. Y si alguien tiene cualquier duda, que nos escriba y le ayudaremos en todo lo que podamos. Sí que es más complicado, en cambio, restaurar antigüedades. Este tipo de muebles tienen que ser restaurados por un profesional.
¿Qué técnicas de restauración utilizáis?
Cualquier tipo de técnica. Nuestra restauradora es Licenciada en restauración y tiene más de quince años de experiencia.
Desde el punto de vista profesional, ¿qué es más satisfactorio: hacer un mueble nuevo o restaurar uno viejo?
Cada uno tiene sus particularidades. Es muy satisfactorio ver cómo un mueble que estaba para tirar cambia totalmente después de unas horas de trabajo. Pero también es muy satisfactorio ver cómo una idea de mueble que tienes en la cabeza poco a poco se convierte en un objeto real.
¿Qué características debe tener un mueble de calidad, ya sea nuevo o restaurado, según Miülas?
Un mueble de calidad, sobre todo, tiene que estar hecho con madera maciza, usando técnicas manuales y tradicionales. Y que los materiales hayan sido usados eficientemente.
¿Cuál es el perfil de los clientes de Miülas Mobles?
La mayoría son parejas jóvenes, interesadas en la decoración, que quieren dar a su casa un aire especial. Nos encontramos muchos casos en los que nos dicen que han contactado con nosotros porque están hartos de ver que los muebles de todas las casas son los mismos y que quieren hacer de su casa un lugar diferente. Son personas a las que les gusta participar en el proceso de diseño y les interesa que ese mueble particular esté hecho y pensado solo para ellos.
Vivimos en la era de la inmediatez y de los productos prefabricados de un solo uso. ¿En algún momento os habéis sentido como si fuerais a contracorriente?
Muchas veces. Pero creo que cada vez hay más conciencia. Las generaciones jóvenes empiezan a valorar más lo handmade, el reciclaje y la sostenibilidad en todo lo que adquieren. Son clientes más exigentes que quieren sentirse especiales, diferentes. Los productos prefabricados no aportan nada de esto.